ESTADOS UNIDOS

Profesionales del Centro para el Estudio del Alcoholismo y Otras Adicciones de la Universidad de Brown, en Estados Unidos, publicaron el año pasado una investigación a través de la cual -luego de entrevistar a 293 mujeres y 115 varones asistentes a diversos centros educativos- hallaron que los adolescentes que poseen una historia familiar relacionada con la adicción a bebidas alcohólicas, y aquellos con padres bebedores, presentan mayores probabilidades de desarrollar esa misma dependencia en el futuro, que sus compañeros sin antecedentes.

Si se encuentra entre los millones de personas en este país que tiene uno de sus padres, abuelos o algún otro miembro cercano de la familia que es alcohólico, se habrá preguntado qué significado tiene este antecedente familiar en su vida. ¿Formarán parte de su futuro los problemas con el alcohol? ¿Tendrá más propensión al alcoholismo que otras personas, cuyas historias familiares no incluyen la enfermedad? Si así fuera, ¿qué puede hacer para minimizar el riesgo?

La familia son los primeros que pueden darse cuenta si una persona presenta dependencia del alcohol. Ante la aparición de problemas claros con el alcohol la familia debería hablar con el médico de cabecera para que les confirme sus sospechas. Muchas veces el propio médico ya tiene indicios de que el paciente pueda haber entrado en este tipo de adicción a través de los problemas físicos que esta sustancia va causando en el organismo.

MEXICO

Se trata de un análisis sobre la dinámica familiar en aquellas familias con un miembro alcohólico. Se pretende resaltar las características de este tipo de familias y cómo es que éstas tratan de ajustar el sistema familiar ante la enfermedad de uno de sus miembros.

El noventa y seis por ciento de la población es codependiente. Sharon Wescheider-Cruce, una especialista en el estudio y tratamiento de la codependencia, define como codependientes a todas las personas quienes 1) están enamorados o están casados con un alcohólico, 2) tienen un padre alcohólico o un abuelo alcohólico, o 3) crecieron en familias reprimidas. Como la adicción, la codependencia es una enfermedad porque tiene un inicio, un curso de desarrollo con síntomas definidos y un fin, el mismo criterio que los médicos usan para definir una enfermedad.[Anne Wilson Schaef, When Society Becomes An Addict (Cuando la Sociedad Llega a Ser Adicta)]

BRASIL

Un refrán muy conocido dice que las apariencias engañan. Y ese podría ser el caso del hijo de tu vecino o de la mejor amiga de tu hija. Ellos aparentan ser jóvenes perfectamente normales y que disfrutan de una vida alegre. Pero detrás de sus dulces rostros, guardan un gran secreto del cual sienten que no pueden hablar: mi mamá o mi papá es un alcohólico o drogadicto.

ESPÁÑA

Los hijos de personas alcohólicas tienen mayor predisposición a desarrollar problemas derivados del abuso de sustancias y otros trastornos psicopatológicos. Del mismo modo, tienen una mayor tendencia al fracaso escolar, déficit cognitivo y problemas médicos.

El estudio, publicado en la revista 'Social Psychiatry and Psychiatric Epidemiology', ha sido realizado por un equipo de investigadores de la Unidad de Alcohología y del Servicio de Psiquiatría Infantil y Juvenil del Hospital Clínic de Barcelona.

El abuso y la adicción al alcohol acarrean grandes problemas que afectan a todos los miembros de la familia. Lamentablemente, nuestros niños están empezando a consumir alcohol a muy temprana edad, incluso mucho antes de la edad que se les permite hacerlo legalmente.

El beber alcohol afecta considerablemente su desarrollo físico, mental, emocional y social.

MEXICO

Hijos, susceptibles a caer en adicciones.

El consumo de alcohol es una práctica que se inicia cada vez a más temprana edad, no obstante en la época universitaria es cuando más oportunidades se presentan.

Adquirir nuevos amigos, adaptarse a un nuevo sistema y manejar la libertad, son sólo algunos de los desafíos que impone el comienzo de la vida universitaria. En este contexto, surgen instancias que favorecen el consumo de alcohol y otras sustancias, y muchos no saben decir que no.

Vivir en un hogar alcohólico no es cosa fácil, resulta devastador para los hijos ver la manera irracional y autodestructiva en la que un padre o madre alcohólica se conducen, no sólo por el amor que los hijos les tienen sino porque además son de quienes dependen emocionalmente, particularmente en la época de infancia.

Los hijos se ven afectados no sólo por el padre alcohólico sino también por el que no lo es, en la medida que esta última se preocupa por la conducta de su pareja y abandona sus responsabilidades, creándose así una dinámica familiar disfuncional en la que no son cubiertas las necesidades de los y las niñ@s.